Este experimento llevado a cabo por Stanley Milgren en 1963 bajo el título "Estudio del comportamiento de la obediencia" buscan estudiar la disposición que tienen las personas para obedecer las órdenes de una autoridad cuando estás órdenes pueden están en conflicto con la moral del sujeto.
No debemos olvidar el contexto de tal investigación. En 1961 Adolf Eichmann es juzgado y sentenciado a muerte en Jerusalén por crímenes contra la humanidad durante el régimen nazi en Alemania. Eichmann fue un teniente coronel responsable de la solución final, es decir, del exterminio masivo y absoluto de la población judía. Cuando le preguntan por qué mató a tantas personas esta es su repuesta:
No perseguí a los judíos con avidez ni placer. Fue el gobierno quien lo hizo. La persecución, por otra parte, solo podía decidirla un gobierno, pero en ningún caso yo. Acuso a los gobernantes de haber abusado de mi obediencia. En aquella época era exigida la obediencia, tal como lo fue más tarde la de los subalternos.
En otras palabras, Eichmann hizo lo mismo que los sujetos del experimento que llegaron a aplicar la máxima descarga. Simplemente eran buena genere que hicieron lo que se esperaba de ellos, obedecer.
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