La histeria femenina se convirtío en el siglo XIX en una etiqueta patológica. Sus síntomas incluían desfallecimientos, insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares respiración entrecortada, irritabilidad, fuertes dolores de cabeza, pérdida de apetito y «tendencia a causar problemas» La histeria, del término griego hyaterá que significa matriz, fue considerada enfermedad exclusivamente femenida y ya aparece en pariros egipcios. Se entendía que el útero o matriz ardiente estaría fuera de sitio. A partir de la hipótesis de Galeno, y durante la Edad Media, se establece la idea de que la histeria era una privación de la sexualidad en mujeres pasionales por lo que los masajes pélvicos orientados al orgasmo (masturbación) se consideraron la solución terapéutica. En la Inglaterra victoriana La histeria femenina es un gran negocio, permite asociar muchos síntomas a la enfermedad y en la terapia la paciente no corre ningún riesgo. El problema viene de la tediosa labor que ha de llevar el médico para conseguir el orgasmo de la paciente, que a veces podía ser de una hora. La solución: el vibrador.
Trailer de la película Histeria.
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